Elektroklon 798
«Anátropos» de la doctrina del shock
En 2007, la escritora Naomi Klein abordó el uso de la doctrina del shock en su obra La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, explicando cómo, por parte del sistema, esta es empleada con el fin de imponer las políticas de libre mercado promovidas por la Escuela de Chicago, citando ejemplos como el Chile de Pinochet.
En este mismo artículo, no me limito únicamente a examinar la cuestión de la doctrina del shock y cómo, con frecuencia, es provocada por el orden político para efectuar transformaciones en la sociedad, sino que también me propongo darle la vuelta («Anátropos»), entendiendo esto como la posibilidad de utilizarla a nuestro favor mediante el «Elektroklon».
La doctrina del shock
La doctrina del shock constituye un paradigma teórico basado en la inducción o aprovechamiento de convulsiones sociales, estados de caos o trauma, con el fin de imponer narrativas y reformas políticas radicales. Estas condiciones facilitan a los agentes de poder la implementación de leyes y transformaciones que solo podrían instaurarse en circunstancias excepcionales. Entre sus instrumentos se incluyen atentados de falsa bandera, campañas de desinformación, crisis financieras deliberadamente provocadas, pandemias y guerras.
Ejemplos históricos y contemporáneos ilustrativos son: el 11-S, utilizado para justificar restricciones a las libertades bajo la supuesta amenaza terrorista y la guerra de Irak; la instrumentalización del Holocausto, presentada como un crimen europeo que establece una deuda moral perpetua hacia el pueblo judío; y la pandemia, utilizada para justificar el confinamiento masivo de la población.
Numerología Arquetípica del 7‑9‑8
7, 9 y 8 no constituyen simplemente una unidad numérica, sino que simbolizan
realidades profundas y arquetípicas. El 7 simboliza la ruptura de la estructura, la manifestación de lo inestable, y actúa como puente entre lo material y lo trascendental. Se refleja en conceptos como los siete pecados capitales, las siete notas musicales, y la dicotomía entre bien y mal, representando la tensión entre orden y caos.
El 9 es el último dígito antes de retornar al 1, representando el fin de un ciclo y la preparación para la renovación. Es también el número de la perfección, pues el feto humano alcanza su forma completa al noveno mes, y simboliza la unidad de la tríada de los tres mundos: cielo, tierra e inframundo.
Finalmente, el 8 encarna la reorganización, la armonización y la verticalidad del infinito. Refleja una armonía estructurada, pero también un cambio de nivel, pues, siendo un número par y divisible, puede subdividirse en partes iguales: 8 = 4 + 4 = 2 + 2 + 2 + 2 = 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1 + 1. El 8 simboliza la ascensión hacia un nuevo orden, consolidando la transformación iniciada por los números precedentes y cerrando el ciclo de ruptura y recomposición.
«Elektroklon» 798: Dialéctica del Cosmos
En el caso de «Polikoinóspasmos», representado por el número 7, etimológicamente se descompone como: Πολυ- (poly‑) → lo público, lo político; κοινό- (koinó‑) → colectivo, social; -σπασμος (-spasmos) → espasmo, convulsión. Se entiende como la manifestación del elemento caótico, la acción de las fuerzas del choque, responsables de desmantelar la estructura organizativa del Estado y generar confusión entre la élite política. El número 9 representaría el «Elektroklon», entendido etimológicamente como Elektro- (ἤλεκτρον, ēlektron) → electricidad y -klon (κλόνος, klónos) → tumulto. El «Elektroklon» simboliza el shock inducido por la vanguardia revolucionaria sobre el sistema y la sociedad, la hierofanía, con el propósito de precipitar el colapso del viejo orden y estabilizar uno nuevo. Representa el orden que emerge del caos, la restauración de la armonía tras la convulsión provocada y la apertura hacia un nuevo ciclo.
Por último, el número 8 estaría representado por la «Neopolitaxía», entendida etimológicamente como Νέο- (Neo-) → nuevo, πολι- (poli-) → comunidad y -ταξία (-taxía) → orden. Se comprende como la estabilización del nuevo orden, la vuelta a lo trascendente, el equilibrio del orden cósmico, la regeneración tras el colapso, el triunfo de lo espiritual sobre lo material y el retorno al orden jerárquico y a la verticalidad, consolidando así la reorganización de la comunidad bajo un principio renovado y superior.
«Polikoinóspasmos» (7: Convulsión)
→ «Elektroklon» (9: Rayo)
→ «Neopolitaxía» (8: Nuevo Orden)
La dialéctica del Cosmos aquí delineada mantiene una profunda analogía con los arquetipos de Caos, Hierofanía y Cosmos, magistralmente formulados por el insigne pensador y referente espiritual de mi propio pensamiento, Mircea Eliade. Con esta tríada no pretendo realizar un calco de su sistema, sino ofrecer una guía de acción, una vía operativa destinada a acelerar el mismo proceso dialéctico, con el fin último de alcanzar el Cosmos.
En este sentido, comprendemos que a través del «Polikoinóspasmos» se busca provocar el Caos, abrir una fractura en el poder institucional y desencadenar la convulsión de la sociedad moderna. Tras ello, el segundo impulso —el «Elektroklon»— irrumpe como el shock definitivo, debilitando las estructuras hasta su colapso total. Entonces se manifiesta la condición propicia para la caída del Estado y la ascensión de lo aristocrático, la elevación, el fin del Kali Yuga, la manifestación de lo sagrado, el mito revolucionario que movilizará a las masas, la Hierofanía, y finalmente, la «Neopolitaxía», símbolo de la estabilización del nuevo orden, la vuelta al equilibrio cósmico, la alineación con el Dharma cósmico.
Así, la tríada dialéctica aquí formulada puede entenderse como una reinterpretación dinámica de Eliade: no contemplativa, sino operativa, activa, acelerada. Un proceso
no de espera, sino de ignición.
ACELERACIÓN // ACELERACIÓN // ACELERACIÓN PROPAGACIÓN : //// EXPLOSIÓN //// DINAMO A + C + E + L + E + R + A + R propulsión_hiperiónica::iniciar() .vortex{transform:warp(∞)} Δ → Δ → Δ →EXPANDIR → IGNICIÓN → ACELERAR propulsión / ignición / frenesí Aceleración_Aceleración_Aceleración_Aceleración 00000011110101010111000011111::> E_X_P_A_N_D_E_R_>>>>> A-C-E-L-E-R-A-C-I-Ó-N-∞
fin? NO.




